sábado, 17 de octubre de 2009

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Fotos de Cristal de Bohemia.

Praga - República Checa.



http://www.manbos.com/galdescrip.asp?galeria=29



Bohemia (Čechy en checo y eslovaco, Böhmen en alemán, Czechy en polaco) es una de las tres regiones históricas que componen la República Checa, antes parte de Checoslovaquia. Las otras regiones son Moravia y Silesia. Bohemia tiene 52768 km² y su capital es Praga. Los Checos predominantemente no son organizados (o no pertenecen) a ninguna iglesia. Los que son creyentes (en el sentido tradicional) son predominantemente católicos. La lengua de los checos es checo.

Situación geográfica

Limita al norte con Polonia; al este, con los regiones de Moravia y Silesia; al sur, con Austria, y con Alemania al oeste y noroeste.

Geografía
Bohemia es una meseta rodeada de elevados sistemas montañosos, como la Selva de Bohemia, los montes Metálicos, las cumbres de Bohemia-Moravia y Krkonoše (Riesengebirge en Alemán). Los principales ríos son (Elba (conocido localmente como Labe) y sus afluentes, el Vltava y el Ohře.

Economía
La industria, la agricultura, la minería son las principales actividades económicas de la región. Los cultivos más importantes son los de maíz, trigo, vid y lúpulo.

Sus industrias producen automóviles, hierro y acero, productos químicos, maquinaria, textiles y comestibles. Los centros industriales más relevantes son Mladá Boleslav, Praga, Pilsen y Liberec pero, como en toda Európa, lai ndustria se concentra en zonas industriales fuera de los centros de la industria tradicional.

Bohemia posee importantes yacimientos de carbón; igualmente cuenta con depósitos de grafito, mineral de hierro, plata y uranio.

Historia

Escudo del Reino de Bohemia.El nombre de Bohemia deriva de los boios, un pueblo celta que habitaba aquella zona alrededor del siglo V a. C. Los boios fueron expulsados por la tribu germánica de los marcomanos hacia el siglo I d.C. Entre los siglos V y VIII, Bohemia fue ocupada por los eslavos y, más tarde, por los ávaros.

Durante el siglo IX, el cristianismo fue introducido en la región, que por entonces formaba parte de la Gran Moravia. La primera dinastía bohemia, la familia de los Přemyslidas, se hizo con el poder en el siglo X.

En el año 950, Bohemia fue obligada a reconocer la supremacía alemana y se convirtió en parte del Sacro Imperio Romano . Desde el año 1310 hasta el 1437, el país fue gobernado por la casa de Luxemburgo.

Durante la última etapa de este periodo, los husitas, grupo religioso bohemio que se parecía en muchos aspectos a los protestantes del siglo XVI, se rebelaron contra la Iglesia católica.

Esto trajo consigo la necesidad de una intervención internacional y un largo periodo de guerras, las Guerras Husitas. Los bohemios fueron a aceptar un acuerdo mutuo con la Iglesia en el año 1436.

La mayoría de las cuestiones políticas y religiosas implicadas en la lucha quedaron sin solucionar, pero el movimiento husita estimuló sentimientos nacionalistas entre los bohemios, lo que supuso un freno a la inicial tendencia hacia la germanización.

Entre 1471 y 1526, Bohemia fue gobernada por un linaje de reyes húngaros. Durante este periodo, la situación religiosa fue tensa pero no estallaron conflictos significativos.

En 1526, Fernando I, de la Casa de Habsburgo, fue elegido Rey de Hungría y Bohemia. Bajo el mandato de esta dinastía, que se prolongó hasta 1918, la historia de Bohemia estuvo unida a la de Austria.

Durante la Reforma (1517-1648), los Habsburgo católicos reprimieron el creciente movimiento protestante en Bohemia. El episodio conocido como la Defenestración de Praga, en el que los checos, furiosos, arrojaron a dos representantes de los Habsburgo por la ventana, fue la causa inmediata de la guerra de los Treinta Años (1618-1648).

La batalla de la Montaña Blanca (1620) supuso la restauración de la monarquía de los Habsburgo, que fue seguida de la implacable erradicación del protestantismo, la supresión de los privilegios nacionales y el uso obligado del alemán como lengua oficial.

Las reformas de José II, que reinó entre 1765 y 1790, trajeron consigo un renacimiento de sentimientos nacionalistas en Bohemia. Después de 1848, año en el que se sofocó una rebelión nacionalista, la lucha por la autonomía checa dentro del Imperio Austro-Húngaro continuó.

Con el derrumbamiento del Imperio tras la I Guerra Mundial y la creación de Checoslovaquia en 1918, Bohemia se convirtió en provincia.

En marzo de 1939, los nazis alemanes crearon el protectorado de Bohemia-Moravia después de la ocupación militar de Checoslovaquia y a pesar de la dura resistencia que presentaron los checos.

Con el final de la II Guerra Mundial, volvió a integrarse en Checoslovaquia. El 1 de enero de 1993, Bohemia pasó a formar parte de la República Checa.


La tradicion que hizo famosa la Bohemia en el mundo

La producción del cristal es una tradición muy antigua en Bohemia, nace cerca del 1200, cuando en los monasterios del norte de la región bohemia, se comienza a soplar desde una caña los primeros objetos de uso diario. La riqueza de potasio y cuarzo en estas regiones, material indispensable para la producción del cristal, dieron el inicio a una labor que se mantuvo en los siglos hasta nuestros días.


La maestranza de los primeros artesanos en este campo, hizo si que en el 1279, según las documentaciones que se encuentran en los museos, se haga construir tres grandes mosaicos murales para la Catedral de san Vito, con las imágenes del Juicio Universal, esto dio inicio a innumerables trabajos para el clero bohemio, decorando así las iglesias dislocadas en el territorio.


El cristal tiene su utilizo en la decoración de las villas y castillos durante la época del renacimiento, apreciado mucho de los Habsburgos y en su corte, dada la refinada labor de los maestros del cristal, que con las puntas de diamante daban las más variadas formas y colores agregando diversos elementos chimicos. Pero fue bajo el gobierno de Rodolfo II de Habsburgo, conocido en toda Europa por su interés a las expresiones artísticas y en particular a la alquimia, que el cristal comienza a llegar en los numerosos mercados Europeos en forma de vasos y otros objetos de arte. Así hasta toda la época barroca el cristal ocupa las mesas y sobre muebles de toda Europa.


En la fin del 800 y principio del 900 con las dos corrientes artísticas en el mundo, el Art Nouveau y el Art. Deco, comienza una nueva época para la industria del cristal que comienza a exportarse en todo el mundo, con las variadas expresiones de arte de este precioso material, que hoy pueden encontrar caminando por las calles de Praga o si les interesa visitar sus fabricas artesanas y aprovechar de los precios ofrecidos por ellas.


Tours en la fabrica de Cristal


Lugar de la visita: Fabrica de cristal

Tiempo de la visita: 3.5 horas

Tipo: autobus y a pie

Descripción : Si desean saber mas sobre la producción del cristal de bohemia, vengan con nosotros a visitar una de las fabricas más prestigiosas, no muy lejos de Praga, encontraran un negocio con precios muy convenientes.
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sábado, 27 de junio de 2009

UCHUBAMBA http://blog.pucp.edu.pe/archive/1407/2009-6-8

Uchubamba

Este fin de semana, tuve la oportunidad de recorrer el hermoso valle del río Tulumayo, entre las provincias de Chanchamayo y Jauja, departamento de Junín. Partimos de San Ramón, pasamos por el pueblo de Vitoc y la represa de Chimay, hasta llegar a la comunidad de San Juan de Uchubamba, en el distrito de Masma (Jauja).

La verdad es que muy pocos visitantes recibe esta comunidad, beneficiada ahora por los recursos del cánon de la hidroeléctrica de Chimay. Su historia se remonta a la fundación de las reducciones toledanas, hacia 1572, y lo que más me sorprendió fue su pequeña iglesia, concretamente, su campanario, que data de 1619. Por las imágenes que se muestran, se trata de una construcción atípica, una pequeña joya de la arquitectura rural virreinal. Es lo único que queda en pie luego del terremoto que sacudió la zona en 1947. Otro dato importante de este pueblo es que los ejércitos coloniales fundaron un pequeño fuerte para enfrentar la rebelión de Juan Santo Atahualpa en la década de 1740. Hoy esta zona es visitada solo por jóvenes que practican el ecoturismo, ya que los paisajes son espectaculares y, además, uno puede disfrutar de los baños termales de Uchubamba. El viaje lo hice, como anoté, desde San Ramón por una carretera asentada; el trayecto dura un par de horas, tanto de ida como de vuelta. A continuación, imágenes del templo, la plaza del pueblo y los baños termales.

domingo, 1 de marzo de 2009

blog Almacén

28/02/2009
Relato de viaje (Segunda etapa)


El Chino continúa por Africa y nos ha enviado la segunda entrega de su material pero, lamentablemente a partir de ahí, nada más supimos de él. Nos comunicamos con las embajadas de Marruecos y Mauritania sin que nos ofrecieran respuestas a nuestra consulta. Se rumorea que lo apresaron (conociendo sus antecedentes no sería descabellado)
Sólo recibimos un mapa -todo cortado en cuadraditos- que tiene la pista de su destino. Apelamos a quienes lo puedan resolver para lograr ubicarlo
(Ver más abajo dónde dice MAPA)
No es que estemos muy preocupados por el hombre; es que tiene en su poder la guita que le dimos para conseguir las entradas del próximo mundial Sudáfrica 2010... y lograr hacer una diferencia con la reventa.

44 en Nouadhibou


Cumplir años en un lugar extraño y distante acelera invariablemente las notas de la sensibilidad. Lejos de los afectos, las emociones no dejan recuerdo por hurgar.
Nouadhibou, la segunda población en importancia de Mauritania, está ubicada en la península de Cabo Blanco, bien al oeste africano. Un lugar con muy poco encanto al que llegué luego de desandar un larguísimo camino desde Marrakech, primero en un bus hasta Dakhla y luego en camión hasta la frontera misma.

Perdido en las quimeras de los narradores de historias de la plaza Jemaa el Fna y los sortilegios de los encantadores de serpientes que tocan su flauta por unos pocos dirhams, había pasado tres días inolvidables en aquella deslumbrante ciudad marroquí.

Al cabo de ellos, empapado de fantasías pero sin encontrar a Rick ni a Sam tampoco por allí, me subí una tarde de jueves al bus rumbo a Dakhla; más de 1400 kilómetros hacia el sur.

El viaje fue una dura lucha contra el tedio y los dolores dorsolumbares, aquejados por suspensiones en mal estado y rutas agrietadas.

En horas de la madrugada el traslado ingresó en lo que se conoce como Sahara Occidental. Una enorme extensión de tierra casi desértica que hoy es ocupada por el Reino de Marruecos pero que, hasta hace no tanto tiempo atrás, estaba bajo el dominio fáctico del Frente Polisario (grupo que lucha por su independencia de los marroquíes y la autodeterminación del pueblo saharaui)
En cierto lugar del recorrido me despertó un uniformado.

A salvo de conflictos armados, la zona aún conserva ciertos procederes inquisitorios para con los extranjeros que en aquella época del Polisario tenían vedado, por tierra y sobradas razones, su ingreso a Mauritania.

Le entregué mi pasaporte. Lo miró, me miró, y se lo llevó hasta una garita cercana para apuntar algunos datos. Al regresar comenzó con las preguntas de rigor, a saber: ¿Por qué ha venido hasta aquí? ¿Adónde se dirige? ¿A qué se dedica?

En lo relativo a esta ultima cuestión, la experiencia me ha enseñado que no es conveniente decir que se es periodista en sitios insospechados como éste, ya que ello deriva en más signos de interrogación a responder; así que opté por contestar que era abogado lo que es verdad muy a pesar mío.

De todas maneras, y valga la acotación, el individuo de uniforme me dijo
-con una sonrisa complaciente- que no tenía aspecto de hombre de leyes.
Obviamente, asentí para mis adentros. Casi sin diferencias, el procedimiento se repitió seis veces antes de llegar a Dakhla. Para entonces había trabado amistad con un austríaco de dotes artísticas, un francés con espíritu ecologista, una italiana de expresiva simpatía, y una pareja de españoles venidos de Burgos, patria sempiterna del muy hidalgo Cid Campeador. Todos ellos también habían pasado por la repetida requisitoria de datos y documentación, lo que permitió conocernos, poco a poco, en cada uno de los sucesivos checkpoints. Pudimos confeccionar el "identikit" de cada uno y ponernos de acuerdo para ir juntos a la frontera con Mauritania. El asunto era conseguir un vehículo para conducirnos hasta allí. La negociación en las calles de Dakhla fue áspera. Primero cruzamos ofertas y contraofertas con un mauritano altísimo que me recordó vagamente, a un extra de alguna película de Boris Karloff ambientada en el norte de Africa. Después regateamos cien veces con un marroquí de mirada torva y escasas palabras. Finalmente, en la antesala de la medianoche, cerramos trato con otro lugareño menos alto y más permeable. Un camión nos llevaría primero hasta la frontera y después a Nouadhibou, ya en suelo mauritano.

En la mañana siguiente, bien temprano, partimos hasta nuestro destino.
De un lado del camino: el desierto, con personajes atractivos y sus arenas minadas como herencia de las batallas entre Polisario y el gobierno moro; del otro: el Atlántico.
De noche, tras doce horas de viaje a un ritmo bastante diferente al de las antiguas ediciones del Rally Dakar, llegamos a Nouadhibou.
No hubo velitas en mis 44, pero le reservé un espacio -en una de las paredes de nuestro alojamiento- a un dibujo que me hiciera mi hija Malena justo antes de partir a este largo viaje africano.
De más esta decir que fue suficiente
.

viernes, 20 de febrero de 2009

CARLOS ALBERTONI (EL CHINO) EN MARRUECOS.

20/02/2009
Relato de viaje

(del blog "Almacén" de Gillespi en clarin.com)





Carlos Albertoni, el "Chino", un querido amigo de la casa que suele escribir simpáticas crónicas de viajes, acaba de emprender -hace días- un periplo al continente africano. Conocedores de su buena prosa y fino humor le solicitamos, abusando de su gentileza, que nos vaya enviando material para ir compartiéndolo con todos ustedes.
Esperamos, estimados clientes del Almacén, que les interese; más allá de que escape al estilo de nuestros habituales posteos no deja de ser un excelente aporte cultural… y si no les gusta se lo tendrán que bancar igual, ¡manga de burros de cabotaje!

Buscando a Sam, padecí a Ronald
Tras cuatro días de fatigar tierras marroquíes llegué al tercer capítulo de mi rumbo moro, Casablanca.
Orillando el delirio, en la idea de hallar en algún rincón al propietario del Rick's Café y su negro amigo pianista, me vi instalado en la ciudad más grande de Marruecos, la de arquitectura ecléctica y centro económico del país.
Sin embargo, no hubo Rick, ni música, ni amores de espías escapados del yugo nazi en viejos aviones.
En su lugar, como un lastimoso tormento, un ocasional compañero de cuarto llamado Ronald me privó del descanso durante toda una noche con sus malditos ronquidos.
Presentí que no era el comienzo de una hermosa amistad.
Había llegado a Marruecos desde España navegando efímeramente el estrecho de Gibraltar en un ferry que me dejó, apenas en cincuenta minutos, frente a la costa morisca ya bajo el debido amparo de Alá y sus fieles guardianes de cimitarras celestiales.
Tetuan (Tétouan, la otrora capital del protectorado hispano en sus dominios transmediterráneos) fue mi primer hogar en suelo africano.
Ociosas noches de té negro con hierbas buenas en las veredas, sombras de babuchas en la laberíntica medina, y el rezo omnipresente del almuecín en el minarete, me hicieron compañía durante dos días antes de partir -en un micro en estado de extremaunción- hacia costas atlánticas, previo cruzar la imponente región montañosa conocida como las alturas del Rif.
Una noche brumosa me recibió en la imperial Rabat, sede del gobierno de Marruecos y eterno descanso para el cuerpo de Mohammed V (padre de la independencia marroquí y abuelo del actual rey).
Un enorme mausoleo y varios guardias montados en esplendidos caballos velan por su sueño, que ya no es asunto de este mundo.



FOTO. Marroquíes en la medina de Rabat.

Y desde allí, desde la capital de estos suelos -empujado por aquella obsesión hollywoodense- fue que puse proa a Casablanca.
Ahora, con los ojos a media asta, tras una noche en vela, y sin haber logrado encontrar a los muchachos -menos aún a Victor e Ilsa-, partiré hacia Marrakesch, cuya sola mención agita la memoria con historias de encantamientos árabes y mecas hippies de épocas setentosas.
Tal vez allí, perdidos en los arcanos mercados de su barrio antiguo, encuentre finalmente a Rick y a Sam, confusos en un viaje sin rumbo.